11 de agosto de 2011

Ruta VI: De Palomares a la Dehesa de Abajo



Saliendo de Palomares del Río hacia Coria por la carretera que discurre paralela al corredor verde del Aljarafe, cundo lleguemos a esta última tomaremos dirección La Puebla, Isla Mayor, Aznalcázar, hasta la venta del Cruce, que nos dirigiremos siguiendo los pinares, a 500 metros, llegaremos a una rotonda, la cual rodearemos y saldremos en la segunda salida, entrando en un carril asfaltado de la confederación hidrográfica del Guadalquivir, recorreremos 2’5 kilómetros y a la derecha nos encontramos con la entrada a un antiguo cortijo, La dehesa de Abajo, nos metemos por este camino y en pocos metros estaremos en el Centro del visitantes y los aparcamientos.



Durante estos últimos 2500 metros, a la derecha, nos veremos varias lagunas pequeñas, donde ya empezaremos a ver distintas aves acuáticas, entre ellas al simpático martinete, y a la izquierda cigüeñas, garcillas y hasta algunas garzas reales.
De frente, nos encontraremos con un gran acebuchal, donde anidan y crían un gran numero de cigüeñas blancas y algunas parejas de cigüeñas negras, con todo lo que esto conlleva, pues es sabido que en estos nidos, que llegan a pesar Hasta 50 kilogramos, no sólo habitan las cigüeñas, sino que es aprovechado por distintas variedades de pequeñas aves que lo utilizan para hacer sus nidos entre sus huecos.
 

Al fondo se divisa, elevándose sobre los acebuches, un enorme pinar, donde anidan multitud de aves rapaces, entre las que destacan, el águila calzada, la lagunera, el milano real y el negro.

En este lugar abundan los conejos, que sirven de alimentación tanto a las rapaces, como a los mamíferos que rondan la dehesa: el gato montés, la jineta e incluso ha llegado a encontrarse a veces rastros del lince y el cadáver de alguno de ellos.
Se puede pasear a través de unas pasarelas de madera realizadas al respecto, una de ellas, nos lleva hasta un mirador desde el cual, veremos todo los nidos de cigüeñas desde arriba. Desde este mismo sitio, mirando hacia el cortijo, en el horizonte distinguiremos las sierras sur de Sevilla, así como la sierra norte de Cádiz y una amplia panorámica de los arrozales de las marismas.

Para finalizar el paseo, volveremos por el camino andado, pero por un carril de arena que pasa más cerca de una gran laguna, junto a ella hay una pequeña ganadería, y desde ésta, en el rincón mas a la derecha y alejado de la laguna, se puede ver un gran bando de flamencos, que levantan el vuelo a la caída de la noche y van a dormir a la laguna de Fuente Piedra, de donde regresan todas las mañanas.
 
En la laguna, existen dos observatorios, pero a simple vista se pueden ver, el ánade real, el calamón, la focha e infinidad de aves acuáticas
 
Regresaremos algo cansados , pero muy a gusto con lo que hemos visto, pues este paseo no deja de ser un regalo para la vista.
Jorge Morales Camino

2 comentarios:

  1. Soy Manoli,còmo me ha gustado este recorrido, cuàntas veces ìbamos con mi marido y mis hijos con la familia de mi marido a comernos una paella, a jugar a la pelota, pasear, contemplar ese paisaje tan bonito y que transmite sosiego y paz. Ya eso no pasa me falta mi mitad, aunque he hecho alguna escapada en soledad buscando esa paz, aunque ahora esa zona està modernizada. Me gustaba màs ante. Enhorabuena.

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  2. Un par de veces hemos iniciado el camino y cuando llegamos a las pasarelas nos hemos vuelto hacia atrás por temor a los toros.
    Lo volveremos a intentar.

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