23 de octubre de 2013

Hablemos de los apodos



Según el diccionario un apodo es “un nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de alguna otra circunstancia”. 



En los pueblos, por ser más pequeños y conocerse casi todos es donde suele darse más. Algunos apodos, o motes se les colocan a las personas bien por su profesión o trabajo, por tener algún defecto físico o simplemente por alguna situación o momento vivido que conocido por todos queda para la posteridad. Pueden ser despectivos, o sea resaltando algo negativo de la persona. 



Como no podía ser menos, en mi familia también los hay y yo, aunque no soy nacida en Palomares pero sí en un pueblo vecino, San Juan de Aznalfarache, soy aljarafeña así que me resulta muy familiar esta costumbre tan nuestra. 



Como digo toda nuestra familia es conocida por dos apodos, curiosamente vienen de mis abuelos y aún a mí, su nieta se me llama por él. El primero, mi abuelo materno, se llamaba Juan y hace muchos años cuando en San Juan estaba la fábrica de loza llamada Sandeman McDougall y cª él era el encargado de las máquinas de los hornos así que ahí nació su apodo y yo soy la nieta de “Juanito el maquinista”, aún hoy alguna persona mayor lo recuerdan. 



En cuanto al otro apodo también procede por mis otros abuelos ellos vivían en Mairena; mi abuelo tenía una bodega y repartía vino de Manzanilla a las distintas tabernas que había por entonces en los pueblos cercanos, y de manzanilla derivó en manzanita, que era como conocían a mi abuela, por lo tanto también soy nieta de “Encarnación la manzanita”. 



A algunas personas puede que no les agrade que se les conozca por ellos, pero yo los llevo con cariño y me enorgullece ser descendiente de personas honradas y trabajadoras que fueron conocidas por ejercer oficios que hoy están perdidos pero que siguen en nuestra memoria. 



Por último, si algún palomareño/ña quiere hacernos partícipe de los de su familia nos encantaría conocerlos, lo puede hacer dejándonos un comentario.

1 comentario:

  1. Siempre me han llamado la atención los apodos, algunos son divertidos, otros no lo son tanto.

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