14 de enero de 2015

Al amor del brasero








Es uno de los primeros recuerdos que tengo de mi infancia y de los más entrañables: en las noches de invierno, con ese frío intenso que parece que antes hacía más que ahora, al tiempo de acostarnos mis padres subían a nuestra habitación y sobre hojas de periódico ponían el brasero en los colchones de lana, altos y blanditos y los calentaban y así no pasábamos frío al meternos en la cama; era una sensación tan agradable, el hundirte un poco en esa lana templadita, que para eso mi madre todos los días al hacerla la movía con ánimo y mucho trabajo.








Pero a lo que vamos es a recordar el brasero y la camilla, algo tan del sur y tan nuestro. Quién no recuerda esas interminables noches de tertulia y juegos (parchís, oca, lotería, dominó, cartas...), oír la radio y también de rezos (yo conocía a una familia que rezaba el rosario al amor de sus brasas) y si se le echaba alhucema ya ni te cuento el aroma que desprendía.









Pero preparar el brasero era todo un arte y había que saber hacerlo, a media tarde, un poco antes de empezar a oscurecer se sacaba la “copa” como decimos por aquí al patio o a la puerta y se le echaba cisco y picón comprados en la carbonería o al piconero que lo vendía por la calle. Una vez que se encendía había que dejarla al aire hasta que el cisco se quemara y estuviese de color gris ¡ah! Y con cuidado de que no se quemara ningún tizón pues echaba mucho humo y olía, entonces había que apartarlo. Y ya era el momento de meterla debajo de la camilla y toda la familia sentarse alrededor, de vez en cuando había que echar una “firmita” esto es, moverla con la badila, pero esto también se tenía que saber hacer, para dejarla como un cono encendido.









Y así podría seguir comentando cosas sobre la camilla y el brasero pero a lo mejor en otra ocasión, solo diré que me ha gustado recordarlas, si os viene a bien os invito a contar anécdotas o también recuerdos y compartirlos.










24 de diciembre de 2014

Entradas favoritas del año


Para celebrar la Navidad, este año, hemos decidido compartir con vosotros las que han sido nuestras entradas favoritas del año 2014.

A continuación os mostramos un pequeño resumen de estas entradas y os animamos a que visitéis los blogs de los Blogueros de Palomares.

Desde PALOMARES SE MUEVE queremos desearos a tosos una "Feliz Navidad" y un "Próspero año 2015"


Andares pasados



El campechanos solitario



El espíritu de las plantas



El útil marcapáginas



Flores y árboles



Historias y viajes de Francisco



Imanes de España



La viajera zascandilea



Los blogs de María 



Magnetismos del recuerdo



Nuni en la naturaleza


Poemarios y ráfagas



Recuerdos de una viajera



Sabiduría popular, refranes y dichos


Simplemente manualidades


Un punto en el universo


2 de diciembre de 2014

Los blogueros de Palomares comparten sus "favoritos"


Hoy os dejamos con esta entrada recopilatoria de los "favoritos de Noviembre" del grupo de blogueros de Guadalinfo Palomares.

Os animamos a todos a que visitéis sus blogs y compartáis con ellos también vuestros favoritos del mes.


*Para acceder a sus favoritos hacer click sobre el nombre de cada blog.















11 de junio de 2014

Palomares verde

 


Cómo me gusta pasear por Palomares en esta época, la temperatura es agradable, el frío hace algún tiempo que se nos fue y aún no han llegado esos calores que nos dejan hechos unos zorros, sin fuerzas ni ganas de movernos. Yo suelo salir por la tarde, cuando el sol ya empieza casi a ocultarse y aparece esa brisa fresquita que nos acaricia la cara.



Procuro cada día hacer rutas distintas por las diversas urbanizaciones del pueblo y por los parques que tenemos, ( aprovecho para comentar que debemos cuidarlos todos, ayuntamiento y ciudadanos y así disfrutaremos más de ellos).
 
 
 



Siempre en mis paseos voy admirando la diversidad de árboles que nos rodean, todos con un sinfín de colores pero siempre destacando el verde, el que nos conecta con la Naturaleza; este color se asocia con la vida y la vida -cómo no- con la Primavera, la estación donde todo se renueva, vuelven a brotar las plantas, los campos se siembran de nuevo y vuelve a comenzar el ciclo; por cierto, el verde es el color de la Luna.








Si nos encontramos deprimidos es el color que buscamos instintivamente, nos relaja, da calma y paz interior y nos equilibra emocionalmente.




Pero no siempre es así, cuando pasan unos meses y el verano se acaba poco a poco vemos cómo el paisaje va cambiando; el verde va dejando paso a tonos amarillentos y ocres, los árboles van perdiendo sus hojas... pero bueno, cuando llegue ese momento hablaremos del Otoño, por ahora disfrutemos de estas magníficas tardes que nos ofrece Palomares.