Ya ha llegado la hora que todos los habitantes del aljarafe, esperan años tras años, el tiempo del mosto nuevo, ese vino espumoso y afrutado de poca graduación, que nos deleita durante pocos meses con su agradable sabor y que se puede acompañar de un buen tapeo o simplemente con unos cacahuetes o altramuces, de cualquier manera sabe a gloria.
Durante los meses de noviembre y diciembre, los habitantes de Sevilla capital, dan su escapadita al Aljarafe para beber unos vasitos de este agradable jarabe y no es porque en Sevilla no lo sirvan en los bares y tabernas, sino muchos, además, prefieren hacerlo recién sacado directamente de las botas de robles en que se conserva y con unos mariscos de Huelva recién cocidos.
Quizás sea que al sabor del buen comer y beber hay que añadirle, lo agradable que es pasear en este tiempo por los pueblos de esta comarca aljarafeña: visitar sus bodegas, contemplar sus haciendas, hablar con sus gentes con los que muchos de ellos se sienten confraternizados por la devoción que tienen en común por la Virgen del Rocío y conocer algo de su historia.
En sus bodegas se encierran generaciones de familias productoras de vino, así como entre los muros de las mimas, muchos años de historia e incluso en algunas de ellas verdaderas piezas de museos, que llegan a estar declaradas Bien de interés cultural, como ocurre con el lagar y prensa de viga de la Bodega Góngora en Villanueva del Ariscal.
El trasiego de personas en este tiempo y por el los motivos antes expuestos, que ya se ha creado una ruta al efecto “La Ruta del Mosto”, que abarca las poblaciones de Bollullo de la Mitación, Umbrete y Villanueva del Ariscal, donde están la mayor afluencia de bodegas y las más afamadas de estas.
El mosto tiene tanta importancia en el Aljarafe, que creo que es el mayor impulso económico de la comarca, incluso próximamente se va a abrir un “Museo y Centro de Interpretación del Mosto” en Umbrete, que estaba prevista su apertura para este año. Es más, creo que está terminado, aunque continúa cerrado aún.
En nuestro pueblo, también se nos ofrece el mosto, en todos los establecimientos de bebida y restauración, incluso en el “Hogar del pensionista”, la señora que lo regenta ahora, ha colocado en él dos barricas de roble con mosto para su venta, pero además existe una pequeña bodega, en la cual lo tienen también en las barricas de roble.
Espero que te guste mi entrada y que nos veamos pronto tomando un mostito.
J. Morales
Claro que si!!!!!
ResponderEliminarUna vez hice la Ruta del Mosto en vida de mi marido junto con algunos cuñados. Se cuela sin sentir pero cuidadin que marea.A ver si lo probamos este año.
ResponderEliminarPodemos organizar una "jornada" cultural,
ResponderEliminar¡Me aputo"
ME HA ENCANTADO Y LAS FOTOS SON ESTUPENAS
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