Como dice unas
sevillanas “se perdieron tantas cosas.....”. Hace unos días,
comentando con un compañero de Guadalinfo terminamos hablando de
nuestra niñez y de las cosas que se han ido perdiendo con el tiempo
y el avance de la vida.
Me vinieron a la memoria tantas vivencias que
tenía arrinconadas (que no olvidadas) y que me gustaría compartir
con vosotros.
A los que hayan sobrepasado la cincuentena como yo seguro que le será familiar y a los más jóvenes le servirá para comprender que aunque antes no teníamos las comodidades y los avances de hoy, sí sabíamos apreciar, disfrutar y valorar lo que había.
Recuerdo que los
domingos iba visitando casa por casa Concha Cabello, una señora que
con dos grandes canastos de mimbre vendía desde una bobina,
camisetas, calcetines...., en resumen, todo lo que hoy sería una
mercería y lencería. A ella le compró mi madre los primeros
leotardos, que así se llamaban entonces, que yo utilicé; eran
preciosos, azules y con una raya roja en el lateral. Me sentía mayor
y preciosa con ellos.
También iba Juanito
el de las Tortas. Lo sigo viendo montado en su burro, venía desde
Castilleja de la Cuesta y traía los dulces que allí se elaboraban:
tortas de aceite, de ajonjolí, pestiños, bizcochadas, todo
buenísimo, con un sabor que los de ahora no se parecen en nada.
Todos los vecinos
esperábamos que llegase para comprarle según la economía que
tuviésemos, pero siempre se hacía un esfuerzo y algunos dulces
caían.
Podría seguir
contando mucho más pero lo dejaré para otra. Espero que os haya
agradado, a algunos para recordar y a otros para que sepan que se
tenga mucho o poco, hay que vivirlo y disfrutarlo.
Dolores Farfán
Que tiempos aquellos,yo no se si estos son mejores realmente, pero lo sierto es que todos recordamos a solidaridas, el compañerismo, las relaciones humanas y respeto a los demas,que habia y que se ha perdido.
ResponderEliminarUn reportaje muy interesante. Gracias por "colgarlo". Esperanza.
ResponderEliminarGratos recuerdos de aquellos tiempos que vivimos,difíciles,pero debido a la edad no se nos hacían
ResponderEliminartan duros como en realidad eran,lo expuesto resaltan sentimientos, cada barrio tenia sus personajes que aun recordamos, gracias por mandarlos a nuestras casas. Jorge A
Qué tiempos aquellos, para mí fueron bonitos y bien llevados aunque había que repartir una naranja para cuatro, o cuando el domingo pasaba el hombre con su canasto vendiendo dulces, la surtana habia que partir para dos, o cuando iba al colegio en El Monumento en San Juan a coger el tranvía que tantas veces nos dejaban a patitas con las aceituneras con su cubito de candela, en fin tantas cosas pasadas y que se añoran. Muy bonito Dolores. Manoli Aguilar.
ResponderEliminarSiempre recordamos con añoranza nuestra niñez y juventud, es bonito verlo a traves de otras personas, parecen màs cercana y mejor vivida.
ResponderEliminarRealmente y a pesar de todo, fueron buenos tiempos, era otra forma de vivir la vida y sobre todo forma parte de la nuestra.
ResponderEliminargracias por recordar eso tiempo no se si los de hay serán mejores pero eso tiempos fueron vividos con tanto Amor que es bonito recordarlos y hay cosas que se echan de menos saludos y sigue que es muy bonito
Gracias a todos por vuestros comentarios. Sólo he intentado plasmar algunas vivencias de mi infancia, que aunque fueron tiempos muy difíciles sabíamos disfrutar los momentos que la vida nos ofrecía.
EliminarBonito reportaje muy buenas fotos. Las cosas antiguas no deben perderse pues forman parte de la historia, Enhora buena a la compañera quelo ha publicado. Espero veros a todos pronto. bs.
Eliminar¡Qué bonitos recuerdos de aquella época!
ResponderEliminarY ¡qué pena la desaparición del Palacio de los Sanchez-Dalp, en la plaza del Duque.