¿Quién fue Pinchúo ? Pues Pinchúo fue todo un caballero. Hasta usaba armadura de protección de “cuerpo entero” para su total inmunidad. Solo le faltaba la espada al cinto para parecer un caballero medieval.
Tenía costumbres nocturnas por lo que era dificil verlo durante el día ya que se lo pasaba durmiendo. Pinchúo era aljarafeño, natural de Palomares del Río, y vivió en la urbanización La Laguna, en lo que hoy es el numero 3 de la Avda., de las Rosas. PINCHúO fue un ERIZO. Fue uno de los primeros vecinos que tuve en la parcela. Algunos dias lo encontrábamos caído en la excavación de la piscina, acurrucado en algún rincón de la misma. Esto nos obligaba a sacarlo y ponerlo en algún sitio, algo escondido, donde pasaba el día.
Estos animales, autóctonos y marroquíes, están ahora protegidos por la ley, por cuya razón no pueden tenerse en cautividad, ni comprarse ni venderse, ni mucho menos maltratárlos, pero en aquellos tiempos gozaban de muy mala consideración por parte de los habitantes de estas comarcas que se divertían con matarlos o quemárlos vivos ya que eran portadores de grandes desgracias que contagiaban con su sola presencia. Si este animal se orinaba en alguna planta, esta se secaba.
Si una señora, en estado de buena esperanza, se encontraba con un erizo podía padecer grandes enfermedades y desgracias sin limites , tanto ella como la criatura que llevaba en su vientre. Pero lo curioso era que, si no estaba embarazada, le ocurrían otro cúmulo de adversidades, por lo que al pobre animal no le quedaba otra solución que, ser muy inteligente, y dar un rodeo para no encontrarse con ninguna señora.
Los erizos tenían la suerte, que al ser de costumbres nocturnas, tenían menos riesgos de tener estos encuentros.
Esto es lo que se refiere a la mujeres, per0o si se encontraban con un hombre, la suerte era la misma porque lo mataban en el momento. Por lo visto la purificación de los campos consistía en quemar vivos a los animales. Pinchúo no estuvo mucho tiempo con nosotros. Un día desapareció y no lo vimos mas.
Sin duda que alguien lo encontró y quiso que su trigo, sus olivos y todos sus arboles y sus flores y hasta sus macetas quedaran purificados con su muerte.
Algún torquemada cualquiera lo achicharraría algún día que se despistó al volver a casa. Pero yo me acuerdo de él y espero que, donde esté, tenga un sitio digno.
Yo así te lo deseo PINCHúO.
José Cabral Arrabal
Hace como poco más de un año, limpiando la malas hierbas, di con el rastrillo a un montón seco y cual fué mi sorpresa que había una hembra con tres crias, las puse a la sombra hasta ver qué iba a hacer con ellos, seguí trabajando en mi tarea de limpiar el terreno, cuando fui a ver habían desaparecido. No los pude encontrar.
ResponderEliminarApreciado amigo ,le envio mi felicitacion por su buena accion y que sepa que hizo lo correcto
ResponderEliminarya que son unos animales muy ariscos.
Reciba un saludo jose cabral